Por Txema Viñal/Kaosenlared.net
“Quiero
colocar la etiqueta de la vergüenza a los codiciosos cabrones que han causado
esto”. Esa frase la pronunció John Steinbeck (1902-1968), Premio Nobel de
Literatura, a propósito de su novela-denuncia Las uvas de
la ira, que sirvió de guión para la película del mismo título.
Fue una obra muy polémica en el
momento de su publicación y resultó profundamente transgresora en su época.
Está ambientada en la década de 1930, cuando Estados Unidos sufre una gran
crisis económica tras el crack del 29.
Describe el proceso por el cual
los pequeños productores agrícolas son expulsados de sus tierras por cambios en
las condiciones de explotación de las mismas -la aparición de los tractores,
entre otros- y obligados a emigrar a California, donde el tipo de agricultura
requiere mano de obra durante la cosecha. En concreto, narra las dificultades
de una familia en su éxodo desde Oklahoma hacia California en busca de mejores
condiciones de vida, ante la imposibilidad de seguir viviendo en su tierra.
Steinbeck escribió la novela como
denuncia al sentirse «entristecido y indignado» por las condiciones de las
víctimas de la Gran Depresión y, más concretamente, de los refugiados.
La crisis, agravada por una gran
sequía, provocó el mayor desplazamiento de población habido en un corto espacio
de tiempo en la historia de Estados Unidos. Tres millones de habitantes dejaron
sus granjas durante la década de 1930, y más de medio millón emigró a otros
estados, especialmente hacia el oeste.
Exalta los valores de la
justicia, la solidaridad y la dignidad humana en un Estados Unidos que vive una
etapa de profunda injusticia económica y política.
Al ver las imágenes de los
refugiados que estos días están llegando a Europa, arriesgando sus vidas porque
en su país no pueden ya vivir, por guerras o hambrunas, lo primero que debemos
preguntarnos es: ¿Quiénes causan todo esto?
Hoy sale en la prensa un ruego de
los fabricantes de armas en España: que se muestren a la población los
beneficios de la venta de armas. Tal vez habría que buscar por ahí a los
causantes de ese desastre humano. Ellos sabrán qué beneficios se llevan en su
cuenta de “ganancias”, pero en la cuenta de “pérdidas” deben figurar todos esos
muertos y desplazados.
Sus planes
Según Hannover
Politik, un reportaje en la televisión alemana:
“La marea de refugiados a la
Unión Europea es una estrategia de globalización de EE.UU., concebida por un
estratega militar estadounidense-judío llamado Thomas P.M. Barnet. Proclama que
las fronteras nacionales deben abolirse y las razas deben mezclarse, para así
poder suprimir los valores y religiones, allanando el camino para un Nuevo
Orden Mundial global. He aquí varios ejemplos:
1) En 2010, el antiguo comisario
de la Unión Europea anunció un proyecto piloto para 5 países del norte de
África. Planeaba ayudas a Túnez, Libia, Argelia, Marruecos y Mauritania, para
reducir el flujo de inmigrantes a Europa. El objetivo era crear unas buenas
condiciones como para que los refugiados africanos quisieran permanecer en su
continente. Con el inicio de la llamada “primavera árabe”, orquestada por
EE.UU., como se ha demostrado, se detuvo el proyecto piloto. Los países fueron
desestabilizados y Libia fue bombardeada bajo dirección americana, dejando tras
de sí un caos desmedido e interminables oleadas de refugiados.
2)
Muchas personas en Europa se preguntan, con razón, de dónde sacan los
refugiados el dinero para pagar las enormes sumas a los contrabandistas. Una
respuesta posible la publicó la renombrada revista austríaca Info-Direkt el
5 de agosto pasado: De acuerdo con la información de un empleado del
servicio de inteligencia austríaco, se dispone de informaciones que prueban que
organizaciones americanas están pagando a contrabandistas, que llevan a Europa
diariamente a miles de refugiados. Existen informaciones que prueban que
organizaciones de EE.UU. han creado un modelo de cofinanciación, cubriendo gran
parte de los costos. También se pronuncia repetidamente la sospecha de que
EE.UU., en el marco de una estrategia geopolítica, estaría implicado en el
proceso.
3)
En países de habla alemana aparecen continuamente campañas defendiendo la
entrada ilegal de inmigrantes a Alemania o Austria. Una reciente página de
internet anima a solicitantes de asilo en su viaje de vuelta de vacaciones a
entrar ilegalmente en coche a Italia, Austria o Alemania. Un vistazo a los
dueños de la página revela que el dominio pertenece al Instituto Ayn Rand, con
sede en EEUU. Es un think tank -laboratorio de ideas- americano. El
director ejecutivo es el judío -nacido en Israel- Yaron Brook. Este think tank americano-judío
sigue una campaña profesional que exige sobre todo “humanidad” apelando a la
empatía de los europeos. Sin embargo, no existe ninguna campaña parecida en
EE.UU. que busque ayudar a inmigrantes mexicanos a entrar ilegalmente en EE.UU.
Todo lo contrario, la frontera con México está protegida por una valla de 5
metros y guardias fronterizos patrullando. Los que son atrapados, son detenidos
y deportados de inmediato.
4)
¿Cómo se gana dinero con la entrada de refugiados, y quién podría esconderse
detrás de todo esto? El pasado 12 de agosto, en el diario austríaco Heute se
leía: “Empresa de solicitantes de asilo ganó casi 21 millones de euros.”
El Estado no proporciona directamente la
asistencia, vigilancia y alimentación de los solicitantes de asilo. Es una
empresa privada, la “ORS Service AG”, activa en Suiza, Austria y Alemania, que
recibió en 2014 alrededor de 21 millones de euros de las arcas del Estado, por
medio del ministerio del Interior austríaco. Investigaciones del periódico
austríaco Der Standard revelan que detrás de esta sociedad
anónima está la empresa “Equistone Partners Europe (EPE)”. Esta, al mismo
tiempo, pertenece a alrededor de 30 inversores institucionales y al banco
Barclays. La empresa más influyente del mundo, según demostraron investigadores
de la escuela politécnica federal de Zurich. De acuerdo a informaciones de Info-Direkt, el accionista más importante de Barclays
es el banco privado internacional N.M Rothschild, dominado por la familia de
banqueros -judíos- Rothschild. Estos tienen conexiones con el grupo Bildelberg,
supeditado de forma indiscutible a las altas finanzas.
El concepto “altas finanzas”
define un grupo que gracias a su influencia económica, ha acumulado poder
político, ejerciéndolo mayormente a través de la banca privada. Tanto el grupo
Bildelberg como las altas finanzas juegan un importante papel en la imposición
de un nuevo orden mundial global bajo dirección americana. La firma
americano-judía en las oleadas de refugiados a Europa es difícil de negar. Por
eso no debemos descargar nuestro descontento en los inmigrantes o dejar que nos
enfrenten con ellos. Esto sólo contribuiría a seguir desestabilizando a Europa,
sirviendo así a los intereses de los instigadores -judíos- que se esconden
detrás de esta tragedia. En su lugar, debemos exponer a los instigadores
americanos y a sus aliados. Sionistas, políticos locales, grandes medios de
comunicación y otras organizaciones -ONG, Cruz Roja, Cáritas, etc.-”
La historia se repite
Finales del siglo XIX. Queda
abolida la esclavitud en Cuba. Los antiguos esclavos empiezan a ser
asalariados, con un sueldo miserable. Las empresas azucareras necesitan mano de
obra barata. Y sumisa. Tienen al lado mismo mano de obra barata, en las
Antillas. Pero prefieren ir a China y traer 150.000 agricultores chinos. ¿Por
qué?
Con un idioma distinto y una
cultura distinta, los trabajadores chinos realizarán su trabajo y vivirán en
guetos, sin mezclarse con la población autóctona. Cuando los cubanos hagan
huelga, los chinos harán sin saberlo el papel de esquiroles. Divide y vencerás.
La historia se repite. Con la
entrada masiva de refugiados, empujados por las guerras y el hambre que
provocan los que manejan este mundo, los poderosos consiguen varios objetivos
muy importantes para ellos. A mayor demanda de trabajo, se trabajará cada vez
por menos dinero, en condiciones de semiesclavitud o, a la larga, de esclavitud
total. Habrá un repunte del racismo y del fascismo. Y los valores tradicionales
de cada país europeo se diluirán en un caos de culturas diversas sin cohesión.
Esa unión que hace la fuerza será cada vez más difícil, en un mundo donde
viviremos juntos ciudadanos amargados por la pérdida del Estado del bienestar y
ciudadanos inmigrantes engañados con la tierra prometida.
Como en Las uvas de
la ira, sólo la solidaridad podrá vencer tanta barbarie. Coloquemos
la etiqueta de la vergüenza a los codiciosos cabrones que han causado esto.
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