domingo, 4 de septiembre de 2016

Afro e indígenas incluidos en acuerdos de paz de Colombia



Jesús Chucho García/
Después de un largo proceso de discusión por la paz en Colombia, dos de los actores en conflictos, el gobierno y las Farc, firmaron la paz. En ese proceso no habían sido incluidos dos de los sectores étnicos más afectados y desplazados de sus territorios por los grupos en armas, nos referimos a los indígenas y a las y los afrodescendientes colombianos, estos últimos constituyen la tercera población demográficamente más cuantiosa en América Latina después de Brasil.

Las y los afrocolombianos han sido golpeados de una manera brutal por los actores en conflictos tanto por los paramilitares, narcotraficantes, el ejército oficial colombiano y la misma guerrilla. Los testimonios que recogimos en diferentes momentos de nuestra asesoría del Parlamento Andino (2000-2007) han sido espeluznante. Desde los secuestros de niños y niñas para incorporarlos a los conflictos armados, la ejecución sistemática y permanente contra líderes y lideresas afrodescendientes, los incendios de comunidades rurales y las quemas de sus cosechas, la utilización de formas bestiales de asesinatos que van desde descuartizamientos, picaderos de seres humanos, violaciones, entre otras, que hoy han sido transferidas a Venezuela, nos dejó indignados e impotentes cuando recogíamos testimonios de campo en las fronteras entre Ecuador y Colombia, y en algunos sectores de Colombia.

Los acuerdos etnoinclusivos….tremenda lección

Unos de los principales negociadores de las FARC, Iván Márquez, expresó en La Habana que el capítulo étnico fue ganado “con la propia lucha de los pueblos indígenas y afrodescendientes”. No fue regalado. En ese sentido las y los afrocolombianos y los indígenas, en Colombia, más allá de sus diferencias, han sabido aplicar la progresividad autónoma del derecho con una tremenda actitud de soberanía intelectual, cosa que pocas veces se encuentra en América Latina, cuando las mayorías de las organizaciones afrodescendientes e indígenas se acomodaron a la limosna miserables que les da el poder perdiendo por completo sus respectivas autonomías.

En un resumen que nos envía, Efraín Viveros, un miembro de la Articulación Regional Afrodescendientes de las Américas y el Caribe (ARAAC), organización afroizquierda, sintetiza lo siguientes:

El Acuerdo Final presta especial atención a los derechos fundamentales de las mujeres, los de los grupos sociales vulnerables como son los pueblos indígenas, las niñas, niños y adolescentes, las comunidades afrodescendientes y otros grupos étnicamente diferenciados; los derechos fundamentales de los campesinos y campesinas, los derechos esenciales de las personas en condición de discapacidad y de los desplazados por razones del conflicto; los derechos fundamentales de las personas adultas mayores y de la población LGBTI.

Respeto a la consulta previa en el que se reitera que la implementación de los acuerdos firmados en La Habana no podrá ir “en detrimento de los derechos de los pueblos étnicos”. En el tema de reforma rural, se garantizarán las condiciones jurídicas actuales de las propiedades y los territorios ocupados ancestralmente.

En materia de participación, se garantizará la inclusión de candidatos de los pueblos étnicos en las listas de las Circunscripciones Territoriales Especiales de Paz. Se definió que los sistemas de seguridad propios de los pueblos étnicos (guardia indígena y guardia cimarrona) se fortalecerán. Y sobre el punto de drogas ilícitas, se acordó que “respetará y protegerá los usos y consumos culturales de plantas tradicionales catalogadas como de uso ilícito”. Otro de los puntos esenciales, señala que se crearán programas de asentamiento, retorno, devolución y restitución de la comunidad indígena Nukak, del pueblo Embera Katío del Alto San Jorge, del territorio del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera, y Curvaradó y Jiguamiandó.

Estos acuerdos ahora irán a un plebiscito el próximo 2 de octubre para que se aprobado o no por el pueblo colombiano en general. Seguro estamos que el expresidente Uribe, actual perro de la guerra y enemigo potencial de Venezuela hará todo lo que este de su parte para que este plebiscito fracase al igual que los grandes narcotraficantes colombianos y trasnacionales. Aprendamos del pueblo afro indígena colombianos por sus lecciones de soberanía étnica.
http://www.alainet.org/es/articulo/179962

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