martes, 13 de febrero de 2018

Querido hermano Pedro Casaldaliga



En Balsareny, Catalunya, el 16 de febrero de 1928, los ángeles celebraron tu nacimiento. Hoy, 90 años después, somos multitud de hombres y mujeres quienes nos unimos a tu acción de gracias al Dios de los pobres por el testimonio de tu vida misionera y martirial.

Nosotros, los Comités Óscar Romero de Europa, te sentimos siempre presente, como nuestro hermano mayor y fiel seguidor de Jesús. Tú contemplaste a los Comités Óscar Romero como un destello de solidaridad de San Romero de América y los acompañaste con tu testimonio y tu palabra.

Tu cuerpo, hermano Pedro, se va deteriorando, pero “en la medida que decae el hombre exterior, se rejuvenece el hombre interior”, nos dice Pablo (2 Co4,16). Así lo sentimos. Tu ministerio de pastor con olor a oveja,* tu pasión por la utopía *y tu espíritu siempre joven, lleno de energía y de esperanza *son* para nosotros una luz en medio de las sombras que envuelven este mundo neoliberal.

Tú eres un mártir viviente. Dios te ha dejado vivo hasta esta avanzada edad para que sigas siendo una luz profética en nuestra peregrinación hacia el mundo nuevo que tú soñaste y soñamos, signo de la presencia del reino de Dios.

Con cariño,

Tus hermanos y hermanas de los Comités Óscar Romero de Europa,

Febrero 2018

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